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YOGA SUTRAS II.46 II.47 II.48

EL CONCEPTO DE ÂSANA EN LOS YOGA SUTRAS

A pesar de que en occidente la palabra Yoga se asocie inmediatamente con la práctica de posturas físicas, Patanjali en su texto se refiere muy poco a âsana, justo en tressutras del segundo capítulo. Esto debería de hacernos reflexionar sobre el exceso de valor que tendemos a dar al aspecto físico en nuestras sesiones de yoga, en detrimento de otras técnicas mas sutiles y poderosas. Pero sobre todo es interesante leer a fondo el significado de esos sutras, para remarcar otra vez como âsana no signifique una postura determinada, y menos aún una de esas posturas semi-acrobáticas que solemos ver en las portadas de ciertas revistas, sino un estado de conciencia que envuelve cuerpo, respiración y mente. Es bajo la luz de ese significado que vive el yoga terapéutico, poniendo en practica cada ajuste, adaptación y variación pueda permitir al paciente encontrar un estado “estable y cómodo”.

Sutra II.46

Sthirasukhamâsanam

 

STHIRA – estabilidad, presencia, firmeza

SUKHAM – bienestar, confort, comodidad, alegría, dulzura

Su – bueno

Kham – espacio

ÂSANAM – as – estar asentado, ser

Âsana es algo que tiene las cualidades de estabilidad y comodidad.

Según el maestro Krishnamacharya, en âsana Sthira-sukham tiene que estar presente en tres niveles:

CUERPO (Kâya)

Sthira representa la falta de agitación en los miembros (angamejayatva).

Cuando haciendo âsana me tiembla el cuerpo es porqué hay esfuerzo, no he respetado mis limites, no he adaptado la postura, así que el cuerpo empieza a tener sacudidas, no es estable. A veces ocurre a principiantes o personas con poco tono muscular: eso nos indica que esa postura no es conveniente en este momento, que necesitará de una mayor preparación o de medios reguladores (doblar las piernas, colocar un cojín, modificar los brazos,…). Entonces Sthira es saber regular la intensidad a cada alumno para permitirle encontrar estabilidad.

Sukham añade el concepto de que no haya molestias o dolor en ningún momento. Cada uno tiene un umbral de dolor diferente, ese punto en que la intensidad se transforma en tensión, en contracción. Superar ese limite es ir en dirección contraria al estiramiento, es limitarlo en vez de favorecerlo. Nunca hay que superar ese umbral.

RESPIRACIÓN (Prâna)

Sthira nos indica una respiración regular, ininterrumpida y estable.

Sukham nos pide una respiración calmada, silenciosa, interna, aunque se utilize elujjâyi.

En los alumnos la respiración me dará la pauta de cómo se encuentran. A veces un suspiro puede indicar un sobreesfuerzo, o una respiración superficial y acortada puede decir que su estado interno está agitado.

Krishnamacharya decía que además la misma Inspiración tenía que tener una cualidad sthira (alerta y vigilancia) y la Espiración una cualidad sukham (abandono y comodidad), evidenciando la necesidad de una absoluta y continuada presencia respiratoria.

MENTE (Mânasika)

Sthira es falta de distracción, concentración, alerta. El echo mismo estar observando el cuerpo para no hacer un exceso de esfuerzo y para coordinar la respiración con el movimiento sin que esta se altere, requiere una mente alerta y observadora en cada momento.

Sukham añade una cualidad de ternura a esa observación: evito criticarme, juzgarme, evito compararme con los demás, con lo que hice el día anterior, con lo que deseaba hacer hoy. Suelto las expectativas y vivo el momento presente.

Âsana necesita de todas estas condiciones para que se pueda llamar así.

Un gesto tan sencillo como levantar y bajar los brazos será un âsana si cumple con estas cualidades. Esto nos confirma que cualquiera puede practicar âsanas, independientemente del estado de salud y de la edad, ya que lo importante es llevar una estado al cuerpo, a la mente y a la respiración.

 

SUTRA II.47

Prayatnasaithilyânantasamâpattibhyâm

PRAYATNA – correcto esfuerzo

SAITHILYA – libre, suelto

Un correcto esfuerzo, libre y suelto nos permite reconocer que estamos en âsana.

ANANTA – sin fin, ilimitado

SAMAPATTI BHYÂM – objetivo, meditación

A través de la concentración en la respiración que es la entidad sin limites sobre la que la mente se puede concentrar con facilidad.

La primera parte del sutra nos avisa que siempre que practico âsana-s hay resistencias. Y puedo reconocer tres tipos de tensiones: en el cuerpo (me duele, me tira, estoy duro…), en la respiración  (se agita, se acorta, se interrumpe, no llega…), y en la mente (pienso en otra cosa, un sonido me distrae, no puedo mantener la observación mas que un instante en lo que quiero…).

El esfuerzo apropiado es el que nos permite liberar esas tensiones haciendolas sostenibles, y se consigue tan solo adaptando las posturas a mis posibilidades, según una progresión atenta y respetuosa en el tiempo. Y aún con eso, a veces, habrá cosas que no conseguiré nunca hacer: por mi edad, por mi rigidez articular, por una lesión que tuve hace años, etc.

Así que el “justo esfuerzo” nos lleva al medio de regulación como clave fundamental para el estado de yoga en el trabajo físico.

La segunda parte del sutra nos habla de la cualidad ilimitada que os permite reconocer que estamos en âsana. Krishnamacharya decía que esa era la respiración.

Efectivamente una persona puede ser atlética, en plena forma física, pero a la hora de hacer âsana su respiración, a pesar de flexibilidad y de la capacidad pulmonar, quizá nos indique que no está en un estado de yoga. El cuerpo puede parecer perfecto, pero la respiración puede estar tensa, forzada, superficial o irregular.

Ananta es la serpiente sobre la cual descansa el dios Visnu. Visnu se ocupa de la conservación de la vida, y está descansando. Así que la serpiente tiene que ser un colchón cómodo y confortable, pero al mismo tiempo debe mantener la justa tensión para que el planeta Tierra, que está encima de sus mil cabezas, no tiemble. Ananta representa entonces las cualidades de estabilidad y comodidad.

La respiración es la guía mas cierta de si estamos en âsana.

 

SUTRA II.48

Tatodvandvânabhighâtah

TATAH – entonces

DVANDVA – extremos, opuestos

ANABHIGHÂTAH – no estar afectado por

Como consecuencia de una buena práctica de âsana el yogi no está condicionado por los extremos.

Hay dos cualidades opuestas en todo, asociadas a los gunas rajas y tamas: la belleza y la fealdad, el frío y el calor, el día y la noche, la alegría y el dolor… La vida se manifiesta a través de esta dualidad positivo-negativo, bueno-malo, me gusta-no me gusta.

Pero existe también la cualidad del guna sattva, que es la cualidad luminosa de la conciencia, la cualidad que buscamos a través del Yoga.

Siempre que hacemos una correcta práctica de âsana conseguimos un estado sattvicodel cuerpo, de la respiración y de la mente. Quiere decir que sentiremos el cuerpo relajado y flexible, la mente estará clara, y podremos enfrentar las tareas diarias desde un centro que nos permite responder a las exigencias de la vida sin esfuerzos ni resistencias.

Si terminamos una sesión agitados o al contrario decaídos, es que no era la práctica correcta o no hemos sabido adaptarla a las necesidades del momento.

Si realizamos âsana desde las cualidades de Sthira-sukham, los extremos no nos afectarán, nos sentiremos estables en nuestro centro.

Normalmente el éxito nos excita y el fracaso nos deprime. Pasa algo positivo y nos agitamos tanto que luego metemos la pata y en consecuencia nos deprimimos y nos sentimos culpables. Vivimos en una especie de balanza que sube y baja y no conseguimos estar en equilibrio.

Patanjali nos dice que la práctica correcta de âsana nos permitirá encontrar ese equilibrio, ese centro. Podremos empezar a dialogar con lo que nos gusta y lo que nos desagrada dandole otro significado e integrando las experiencias como simple fuente de aprendizaje.

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