El siguiente ejemplo de la aplicación de yoga terapéutico nos viene presentado por Patxi Kerejeta, yogaterapeuta en Hernani (Euskadi).
Se trata del caso de una mujer de 40 años, madre de dos hijos, con un trabajo con mucha responsabilidad en la organización de eventos y coordinación de grupos. Acude por estrés y sensación de que las cosas «se le estaban yendo de las manos». Quería poder controlar esos picos de estrés sobre todo cuando tenía que de preparar y enfrentar las reuniones importantes. Comentó también que estaba notando este estrés se manifestaba en la relación con sus hijos.
Durante la conversación observé que sus manos estaban enrojecidas y que en la frente tenía una mancha roja que intentaba tapar con una cinta. Preguntada por ello, explicó que tenía dermatitis atópica, que fue extendiéndose de forma progresiva. Para fregar y ducharse usaba guantes porque no soportaba el contacto con el agua. El picor que sufría a veces le generaba mucha ansiedad. Parecía no darle mucha importancia, añadió que ella había acudido a la consulta por el estrés, que la dermatitis la tenía asumida, que era parte de ella. Ya había consultado a tres dermatólogos muy famosos en España y uno en Francia y no había conseguido ningún beneficio; mientras usaba cortisona mejoraba, pero cuando la dejaba de aplicar, la dermatitis volvía.
Indagando sobre el inicio de sus problemas de piel, me comentó que en el 2011 murió su abuelo repentinamente, esto le generó mucho estrés, esa misma semana tenía un examen importante de inglés y noto como le comenzó el picor por la cara y los brazos y desde entonces a ido a más.
Como necesidad a satisfacer con la práctica de yoga me dijo que quería relajarse y regular el estrés, que iba a practicar 20 minutos a la tarde-noche.
Lectura corporal
Ha hecho mucho deporte y se notaba que tenía buena conciencia corporal y coordinación. Cuando está de pie, observo la tendencia a cruzar los brazos y hombros adelantados, aprieta la boca y la respiración es paradójica con esfuerzo. En decúbito supino tiene poca movilidad abdominal y costal. Los hombros siguen adelantados por acortamiento pectoral. Tiene pronunciada la lordosis lumbar y siente molestia en esta zona, sobre todo en el lado derecho. Observo qué en el movimiento de dvipada pitam (puente), su pierna dominante es la derecha.
Clavese de la práctica
Como podéis observar, en varios pasos de esta práctica se ha propuesto exhalar mientras se realiza el movimiento e inspirar en una postura estática. Este recurso va en contra del patrón muy automatizado que asocia el gesto inspiratorio a la acción. Permite centrar la atención en los detalles y en el ritmo de la secuencia, añadiendo una cualidad más pausada, diferente a lo que puede estar acostumbrada la persona. Es una herramienta sencilla pero suele tener un gran efecto en las personas que en su día a día soportan cargas de estrés y que se ven obligadas a actuar de forma rápida y bajo presión. Al principio, como se observó también en este caso, este nuevo ritmo puede resultar incómodo de seguir pero, una vez interiorizado, sirve para extrapolar a las actividades diarias.
Además, se propone expulsar el aire por la boca, en forma de suspiro, con lo cual se pretende aflojar la tensión y movilizar la zona torácica, e invitar a alargar la exhalación para conseguir, en conscuencia, el efecto de inspirar sin esfuerzo añadido.
Resultados de la práctica
A la semana de estar practicando vimos que aprender la práctica le ha resultado sencillo, su verdadero handicap fue hacerla pausada y con la atención centrada.
A los 23 días de práctica me comenta que no se puede creer lo que le está pasando, se notaba mucho más equilibrada y tranquila y se ha dado cuenta que ella misma tenía las herramientas para centrarse. Ha conseguido unos muy buenos contratos en el trabajo. Ha venido a la consulta sin la cinta de la frente y con la piel muy mejorada. Me ha comentado que ha llegado a disfrutar de nuevo del tacto del agua cuando se duchaba. Ha empezado a cuidar la dieta, ha dejado de sentirse hinchada y tenía mejores digestiones.