Se ha hablado mucho del yoga terapéutico últimamente.
El yoga como una práctica física o una práctica de meditación o como una práctica devocional ha sido conocido en Australia desde los años 70. Pero sólo en los últimos años el yoga se ha reconocido como herramienta terapéutica y ahora está de moda.
De hecho, el yoga ha sido desde siempre una práctica que busca asegurar un cuerpo y una mente sanos para que nuestro paso por la vida sea lo más consciente, pacífica y considerada posible. En otras palabras sin “enfermedad”.
Durante los años 30 el yoga comenzó a ser conocido en el resto del mundo. Hubo algunos profesores que viajaron a Occidente transmitiendo las enseñanzas del yoga. Uno de los más influyentes fue T. Krishnamacharya (aunque él nunca salió de la India). Fue él posiblemente, más que cualquier otro profesor, quien enseñó las maneras en que el yoga puede ser aplicado en un sentido muy práctico para ayudar en la sanación.
Abogó que cada alumno es único y que su práctica debe satisfacer sus propias necesidades personales y debe avanzar paso a paso, de una manera que le sea apropiada.
«Lo que Krisnamacharya comprendió tan bien fue que tratar una persona como un todo, como una entidad única, es más que una cuestión de técnica y talento.
Todo posible conocimiento del estado físico, mental, familiar, social, cultural y religioso de esa perasona se debe tener en cuenta.
«¿Qué buscaba Krishnamacharya en una consulta? En el sentido más amplio – y esto es cierto de otras tradiciones curativas de Oriente – estaba buscando lo que había alterado o impedido la armoniosa unión del cuerpo, mente y espíritu. El concepto importante aquí es la “ unión armoniosa».
«Ninguna enfermedad está localizada. A pesar de que puede tener un sistema local en el que opera, señalará su presencia en todo el conjunto de los sistemas físicos y mentales. La enfermedad afecta a la totalidad » . (Health Healing and beyond. Yoga and the living tradition of T. Krishnamacharya . Por TKV Desikachar. 1998)
Por supuesto hubo profesores de diferentes linajes de yoga que también hablaron de las posibilidades curativas del yoga. Aunque hubo pequeñas variaciones, todos reconocen que así como cada uno de nosotros es una persona única, aunque algunas técnicas podrían tal vez tener un beneficio universal, las formas en que cada uno de nosotros lleva a cabo una práctica deben tener en cuenta nuestras circunstancias personales. Además, de que la curación se produciría en diferentes niveles: cuerpo, respiración , mente y espíritu.
Durante la década del 2000 se ha producido un renacimiento del interés sobre las formas en que el yoga puede ser practicado y utilizado como un modo de sanación.
El yoga terapéutico así como lo conocemos hoy en día ha reinventado una forma antigua y tradicional de entender la salud y la sanación. En esencia todos los elementos prescritos por los maestros tradicionales siguen existiendo, pero en un marco y con una terminología modernos.
Por encima de todo, el yoga como terapia es una práctica holística que tiene como objetivo servir a una persona en una multiplicidad de niveles, no simplemente con el síntoma que se presenta. En la práctica, yoga terapéutico es individualizado, no prescriptivo. Se centra en las necesidades únicas de cada persona.
El yoga terapéutico puede ser considerado como complementario a otras modalidades de curación. Una práctica de yoga terapéutico debe progresar paso a paso durante un período de tiempo, similar a la manera en la que avanza la fisioterapia.
En la actualidad, el yoga terapéutico se encuentra un poco como la quiropráctica y la naturopatía eran hace unos años. Como novedad en la escena tiene que demostrar su eficacia, sobre todo en un sentido occidental. Y, al igual que todas las terapias, tiene que ser responsable.
Rally Ridden
Profesora de yoga australiana.