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La actitud, componente facilitador del proceso terapéutico

Por Jesús González Torres (www.almayogamadrid.com)

Aprender es una decisión.

La actitud puede ser un elemento terapéutico poderoso tanto en yogaterapia como en otros enfoques de tratamiento de la salud mental. La actitud se refiere a la disposición mental hacia una situación, una persona o un objeto. Puede ser positiva o negativa, y puede influir tanto en el comportamiento como en la percepción de una persona.

El motivo de esta reflexión es una experiencia que hemos tenido en consulta Belén y yo, con dos personas.

Dos hombres de edad muy similar, casados, con hijos y con una misma patología, aunque con estructura corporales diferentes. Los dos se quejaban de dolor lumbar que se irradiaba por el glúteo hacia la pierna y descendía incluso hasta el pie. Los dos se quejaban de que les impedía hacer su vida diaria y los dos habían pasado por las manos de osteópatas, que les habían dicho la causa de su dolor, les habían manipulado, aliviado, pero a los pocos días había aparecido de nuevo el dolor.

En los dos observamos que la fuerza para hacer los movimientos la sacaban de la parte posterior. En ambos casos aplicamos el mismo procedimiento: enseñarles a activar la zona sub umbilical, para que aprendieran a activar esa zona y proteger la parte de atrás. Tumbados, les pusimos el sacro cobre un bolster, para descargar. Con las piernas apoyadas en una silla, les indicamos que se llevaran una pierna hacia el abdomen cuando ya hubieran exhalado, de forma alterna. Los dos se dieron cuenta de su patrón somático de sacar la tripa al mover la pierna. Los dos salieron de la consulta sin dolor y con una pequeña tabla para realizar en casa.

Hemos hecho tres consultas más con ellos. Uno ha ido mejorando y se he mostrado entusiasmado con los resultados y lo hemos integrado en los grupos de yoga.

El otro, a pesar de manifestar que tanto cada vez que salía de la sesión como de realizar la serie que le diseñamos le desaparecía el dolor, ha dicho que no quería seguir, porque a la mañana siguiente de hacer los ejercicios, seguía sintiendo el dolor.

La actitud, pienso, ha sido la clave. Cuando no existe esa actitud para aprender, las prácticas no germinan. Sin una disposición interna, las cosas no suceden.
Creo que el terapeuta debe crear las condiciones que lleven a una actitud idónea para generar en una persona interés, atención, compromiso, persistencia y curiosidad.
A la hora de diseñar las series, debemos tener en cuenta esta variable. Supone un desafío. Es posible que lo logremos o no lo logremos, pero creo que en el proceso de escucha en consulta, es importante que prestemos atención a determinados mensajes que nos ayuden diseñar una práctica que motive el aprendizaje.