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LOS ARQUETIPOS DEL INCONSCIENTE COLECTIVO: EL amante

Se ha hablado mucho de que el mundo espiritual, para muchos es una de las maneras de escaparse de la sombra, de aquello que nos produce dolor y supone un conflicto. Al arquetipo del buscador le causa una crisis de identidad y si somos honestos con nosotros mismos debemos de volver al punto de partida, y afrontar espacios de nuestra personalidad que en su día quedaron en el sótano de nuestra casa.

El arquetipo del amante va parejo al del buscador, pero para él, la búsqueda se vuelve interna, el mundo tiene que tener un sentido y ese sentido lo da el corazón. 

Profundizamos y empezamos a entender que lo que nos aporta el mundo depende en gran medida de nuestra mirada. Podemos reconocer lo horrible, pero también lo bello. Podemos reconocer la crueldad, pero también lo bueno y ver que la verdad es universal y también muy subjetiva. 

El amante es la fuerza que nos impulsa a hacer cambios y asumir compromisos en nuestra vida. Buscamos enamorarnos, para que nuestra relación con el mundo y los demás sea apasionante.

Cuando confundimos pasión y deseo sexual con amor, y utilizamos el amor como medio de manipulación y de conquista, estamos en la sombra de este arquetipo, lo cual nos lleva a mantener una relación con la intimidad problemática y una adicción al sexo. La sombra de este arquetipo lo podemos relacionar con el narcisismo. Nuestro narciso solo busca la intimidad para experimentarse a sí mismo, la otredad queda devaluada o desaparece.

Para este arquetipo la práctica de yoga debe hacerse como un ritual. En el ritual todo está diseñado, tiene sus tiempos y ritmos, nada queda a la improvisación. Es un tiempo en el que nos abrimos a la experiencia del ritual de manera inocente. Desaparecemos para experimentar al otro, para ser sensible a su necesidad y poder desarrollar el amor impersonal.