Por Grazia Suffriti
Uno de los sankalpa que más utilizamos en nuestras prácticas de yogaterapia es “dejo que el pasado pase y lo dejo pasar amándolo”, una afirmación que invita a liberar experiencias pasadas integrándolas de una forma amorosa, para así construir en el presente un mejor futuro. Hoy me gustaría hablar de uno de los sutras que describen con más claridad este tipo de sufrimiento psicológico que encontramos tan a menudo en nuestros alumnos.
Muchas veces las reacciones emocionales que surgen en nuestra vida diaria no tienen un origen directo en el acontecimiento actual que estamos viviendo, sino en una experiencia antigua. Todos hemos tenido experiencias dolorosas que nos han dejado huellas o vasanas, impresiones latentes a consecuencia de un trauma o de un impactanto, que impregnan nuestra mente condicionándonos a través de samskâras, patrones o estrategias más o menos conscientes que generamos para protegernos o responder a ese impacto.
El Sutra IV.11 describe cuales pueden ser los desencadenantes de esos vâsanas y samskâra, que van más allá de los acontecimientos reales, y nos propone trabajar en ellos. Los vamos a repasar:
Hetu – la causa de esa impresión latente, los eventos o traumas mismos. Por ejemplo, haber sido agredido verbalmente por una persona y, como consecuencia, sentir miedo cada vez que me encuentro con ella.
Phala – la consecuencia de esa experiencia traumática. Por ejemplo, haber experimentando una sensación de rechazo en la infancia puede hacerme percibir como rechazo la falta de tiempo de un amigo para tomar un café conmigo.
Âlambanâ – el entorno donde se vivió la experiencia. Por ejemplo, haber vivido una agresión en un ascensor y no poder entrar en uno ni siquiera a solas. Puede referirse también a lugares simbólicos como reuniones familiares, olores, sonidos, etc.
Ashraya – el estado mental dominante en el momento en que ocurrió el evento, el patrón psicológico. Al ser la mente sujeta a las gunas, se pueden experimentar situaciones donde esas gunas dominan y, sin una causa o explicación comprensible, se puede vivir, por ejemplo, un sentimiento de pánico incontrolable.
Patañjali dice que ese sufrimiento es debido al vínculo tan profundo que hemos generado con esos traumas, y nos propone trabajar en reconocer los elementos que tanto nos atan al pasado, encontrando a través del camino del yoga la fortaleza interior que nos permite verlos y trascenderlos.
Pero reconocerlos intelectualmente, aún si surge de la aceptación y la honestidad no será suficiente para generar el cambio. Por eso lo que proponemos en Pranamanas es que esa comprensión, a través de un samkalpa amoroso, toque el corazón espiritual, acercándonos al pasado sin juicio ni culpa, desde un respeto amoroso e integrador. Ya que la verdadera transformación ocurre solo cuando miramos al pasado con compasión y dejamos de identificarnos con la interpretación de los eventos, para abrirnos a sus mensajes de forma amorosa.