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testimonios de los asistentes al retiro MOC 2024.

Este es el tercer retiro de MOC en el que participo, y una vez más, estos cinco días han sido especiales. Desde un punto de vista profesional, siempre es valioso aprender y experimentar prácticas precisas y eficaces que, a la vez, son simples y fácilmente replicables. Conocer a compañeros, muchos de los cuales se han convertido en amigos, y hablar el mismo «idioma» es algo enriquecedor y estimulante.

En el ámbito personal, el retiro es para mí un momento del año que dedico a mí misma: a detenerme, hacer balance del año pasado y decidir qué continuar y qué dejar ir. Es como un Año Nuevo en pleno verano, bajo el sol ardiente de España. Como siempre, con Víctor me sentí guiada con profesionalidad y dulzura para contactar profundamente conmigo misma, tocar puntos aún ocultos y suavizar pequeños aspectos. Cada vez vuelvo a Italia siendo más yo misma. Gracias.

Viola

Para mí, el MOC es un retorno al origen, un reencuentro con la pureza que fuimos y que sigue intacta dentro de nosotros, pulsando constantemente en busca de nuestro contacto y nuestra mirada. El MOC es un recordar, un renacer. Plantas una intención, suspiras… Y la magia sucede por sí sola. Hay un director de orquesta que invita a que nuestra envoltura física se deshaga lenta y dulcemente, soltando lo que ya no es, para que resurja la pureza y la luz. Simple, suave y amorosamente. Pura magia.

Marian

Para mí, el MOC es un retorno al origen, un Citando a Santa Teresa, que decía: “La mente es la loca de la casa”, yo titularía mi experiencia como SENTIRME EN CASA. Fueron cuatro días de calma mental y un presente intenso, sin pasado ni futuro, rodeada de gente maravillosa. Siempre me ha gustado decir que «hay que cuidar nuestro cuerpo, que es el lugar donde habitamos».

Me llevo la experiencia de haber vivido plenamente en mi cuerpo. A través de las pautas de MOC impartidas por Víctor, mi querido profesor, he conseguido vivir en mí misma a través de los sentidos, percibiendo la información externa y, lo más sorprendente, la que venía desde dentro. Ha sido un regalo conectar con mis tensiones, descubrir mis lateralidades, enfrentar mis temores y emociones, sentir la expansión de mis pulmones, y la relajación de mis músculos y el pulso de mi corazón, todo desde el disfrute. Lo más significativo que me llevo es la capacidad de respirar con fluidez y sin tensión. Estoy segura de que ahora “mi diafragma” me adora.

Aurora Rustarazo Herranz

Desde que conozco y practico la técnica del MOC, una pregunta ronda constantemente en mi cabeza: ¿hasta qué punto mi inconsciente se refugia y queda atrapado en mi cuerpo? ¿Cuánto puedo liberar? ¿Acaso es la conciencia corporal la que nos hace más libres?

Esta pregunta no es trivial, especialmente cuando cada vez que me sumerjo en esa meditación consciente, interoceptiva y visceral, mi cerebro se convierte en una orquesta filarmónica de electricidad. El cuerpo se me revela con un lenguaje diverso, pero tremendamente familiar. Cada sesión de MOC es como conectar con la Matrix, como en la película de las hermanas Wachowski, donde siento que con la primera respiración me conecto directamente.

La presencia que experimento es firme, segura y expansiva, sin reflexionar, solo sintiendo ese flujo de energía que, en la mayoría de los casos, podría quemarme como un bonzo. El MOC me ofrece información que se transmite de forma peculiar a otras formas de aprendizaje, condensando todo en un corto espacio de tiempo. Es como un chute de vitaminas que se va inoculando en mi sistema, definiéndose en mi ADN de manera orgánica, natural e intuitiva. Y de repente, aparece el clic, ese clic que todo buscador encuentra. Me siento más yo que nunca.

Cristina Zamora

Cada sesión de MOC, desde la más íntima hasta la de mayor movimiento externo, me conecta con lo interno y lo externo, el cielo y la tierra, lo denso y la brisa ligera y benefactora. La Unidad se hace visible, libre de aduanas y muros, de creencias obsoletas. Las guerras y enfrentamientos desaparecen, dando paso a la Colaboración, ayudando al florecimiento de la Gran Armonía. Aunque no lo siento todo el tiempo, cuando no puedo sentirlo, me recuerdo que no solo es posible, sino que ya Es, aunque no lo vea. Y eso me devuelve la Fe.

Espero que estas versiones mejoradas reflejen con claridad y emoción las experiencias compartidas. ¿Hay algo más que te gustaría ajustar o mejorar?

Montse Alguero

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